martes, 18 de marzo de 2014

¿Alguna vez se han preguntado porque viajamos tanto? Mientras otros no se quieren mover de su sitio. En mi caso, creo que viajo porque me gusta el movimiento, estoy en la búsqueda de nuevas sensaciones y aprendizajes. Pero hay momentos en que agota. Sí, el viaje puede llegar a ser cansado. Ahora mirando la hermosa luna llena, recuerdo los pasos de mis viajes anteriores y me invade una sensación de nostalgia y melancolía. Cada vez que veo la luna me pongo así. Algunas veces creo que mi mente vuela demasiado, mientras que debería pisar tierra. En realidad, estoy segura que mi mente se eleva por distintos mundos que hacen que todos los pensamientos lleguen a la vez a mi cabeza. Como un torbellino. Otras veces quisiera detenerme y solo quedarme de pie, mirando como las cosas se mueven, observando el mundo pasar. Hoy me encuentro en esos días, en que soy consciente que el mundo sigue girando asi yo no haga nada. Es una sensación algo extraña. El mundo no me necesita para girar, y sin embargo, soy parte importante del mundo en este momento, creando un sentimiento extraño para los demás, pero muy necesario para mí. Ojalá mañana me sienta mejor...

domingo, 16 de marzo de 2014

Miradas

Mientras viajaba conocí a un viajero que al igual que yo, había salido de su hogar para "ver el mundo". Creo que todos buscamos ver el mundo con nuestros propios, no queremos que nadie nos lo cuente. Algunos tienen ese deseo dormido, y no saben lo que se pierden. En mi caso, quise ver el mundo con mi propios ojos, y me di cuenta que puedo ver mejor mientras cierro mis ojos. Una vez este viajero me dijo: "¿Quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies". Cuando dos caminos están destinados a cruzarse, nada puede impedir ese encuentro inesperado. Las sensaciones y los pensamientos se mezclan y se forma algo nuevo que no existía: la atracción. Debo confesar que no suelo sentirla a menudo. Cada uno de nosotros ocupa un espacio en el mundo, sin embargo, los encuentros no son casuales. Cuando lo conocí, venía de salir de un viaje con mucha turbulencia, que no me interrogó sobre mis viajes pasados, lo cual fue muy respetuoso de su parte. ¿Qué fue lo que más me llamó la atención de él? Su inteligencia y su mirada. Mucha gente piensa que los ojos son lindos si tienen determinado color y forma, yo pienso que no debemos fijarnos en los ojos, sino las miradas. Una vez me dijo que una mirada mía lo distrajo de lo que estaba a punto de hacer. Los ojos son nuestros instrumentos para captar cada detalle en este gran viaje y las miradas en reflejo de nuestros interior. Ojalá todos pudiéramos sentir esa sensación cada vez que miramos a algún viajero en el camino, podríamos averiguar muchas cosas solo con ver la mirada. Claro que sale mi lado celoso y terminaría diciendo algo así: "Tengo celos de solo pensar que alguien que nunca te ha visto, vea tus ojos por primera vez y se enamore de ti". Pero ese es otro tema.