lunes, 25 de mayo de 2009

Dejando el nido!!!


Mientras somos chicos, solemos vivir con nuestros papás y nos acostumbramos tanto a la vida familiar que se nos hace un rutina. A veces hasta pelear con el hermano o no entender la decisión de un padre puede llegar a ser parte de nuestra vida. Sin embargo, una vez fuera del núcleo familiar, cuando hemos comenzado nuestro gran viaje por la vida, llegamos a extrañar esas cosas que antes nos molestaban. Lo que antes nos fastidiaba tanto, puede echarse de menos cuando estamos en nuestro gran viaje.
A veces, somos nosotros los que decidimos irnos, sintiendo que ya es momento. En otras, son las circunstancias las que nos obligan a hacerlo. Cualquiera sea la forma, debemos estar seguros que va a ser una experiencia enriquecedora. Dejar el nido, nos hará valorarlo y quererlo aún más de lo que lo queriamos antes de partir. Definitivamente, la experiencia de viajar es incomparable, enriquecedora y beneficiosa en muchos aspectos.
También el dejar el nido tiene que ver con la forma de observar los viajes (o la vida) de los padres. Aunque no lo crean, uno siempre o casi siempre va a imitar el espíritu aventurero de la imagen mayor más cercana. Si les gusta viajar a los padres, es probable que también sea algo muy interesante para uno.
Dejar el nido es solo el primer paso de muchos, un gran paso en un inmenso viaje. Cuando alguien se atreve a darlo, ha avanzado mucho más de lo alguna vez puede haber imaginado. El resto del camino se hará al andar.
Suerte viajeros, en el viaje, que los ayudará a encontrarse a uno mismo.