Cuando escuchamos esta frase, podemos suponer que los viajes de placer son aquellos donde se puede descansar y no hacer nada que implique esfuerzo físico. Si bien es cierto es necesario descansar, si nos fastidia desde tener que preparar la maleta o caminar algunos metros para llegar a algun lugar donde almorzar, podriamos no disfrutar nuestro viaje en su totalidad.
Sin embargo, existen aquellos para quienes los viajes implican recorrer una ciudad, pasear hasta encontrar el mejor lugar para comer o tomar algo, hablar con desconocidos, contar historias, perderse en el camino, etc.
En lo personal, me gusta mucho más viajar de la segunda forma, insertarme en la vida de cada lugar que visito, tratar de imaginar que soy una persona del lugar, imaginarme como hacen para trabajar, comer, dormir, es tan enriquecedor que sólo te das cuenta cuando lo has podido experimentar.
Mientras viajamos, interactuamos como muchas personas y sin quererlo, influimos en ellas, asi como ellas lo hacen con nosotros. Cada persona que se cruza en nuestro camino, lo cambia de alguna u otra forma. Aprovechemos entonces estos encuentros y hagamos que este cambio sea positivo siempre....
